jueves, 7 de marzo de 2013

SRNA: "UN LUCHADOR INCANSABLE"

(Guayaquil, 07/03/13).- Darijo Srna es auténtico un ídolo tanto en Croacia, su país natal, como en Ucrania. El capitán de los Kockasti disputó recientemente su encuentro número 100 con su selección, ausente de la Copa Mundial de la FIFA desde 2006. Y también ha alcanzado los octavos de final de la Liga de Campeones de la UEFA con el Shakhtar Donetsk, donde también ejerce de capitán.
Darijo Srna, considerado Idolo de Croacia

En su entrevista de la semana, FIFA.com habló en exclusiva con el volante derecho, en las horas previas al partido de vuelta del martes contra el Borussia Dortmund (el de ida en Ucrania terminó con empate a 2-2) y el duelo por todo lo alto en el clasificatorio mundialista contra Serbia. Darijo Srna analizó su enfrentamiento contra el vigente campeón alemán, el difícil camino hasta Brasil y el importante papel de su familia en su exitosa carrera.
Darijo, lleva desde 2003 en el Shakhtar Donetsk ucraniano. No cabe duda de que se siente muy a gusto allí...
Donetsk es mi segunda casa y Ucrania mi segunda patria. He crecido en el Shakhtar, club con el que he logrado grandes logros tanto a nivel nacional como internacional. Mi familia y yo somos muy felices aquí, y me llena de orgullo haber llegado a ser capitán de este equipo. Quiero colgar las botas enUcrania y, en un futuro, me gustaría devolverle al Hajduk Split parte de todo lo que me dio en mi juventud.
Ha mencionado los títulos conseguidos con el Shakhtar. ¿Son su motivación para seguir en activo?
A todos los jugadores nos gusta ganar títulos. Nosotros hemos conquistado la Liga y la Copa de la UEFA, y ahora vamos a por la Liga de Campeones. Nuestros hinchas lo dan todo por este equipo y nuestro deber es darles algo a cambio. El Shakhtar es el símbolo de la ciudad y de toda la región, un hecho que prueban los más de 40.000 aficionados que vienen a animarnos en cada partido.
El primer escollo que deben superar en la Liga de Campeones es el Borussia Dortmund, contra el que empataron a 2-2 en el choque de ida de octavos de final. ¿Qué valoración hace de aquel encuentro?
El Borussia Dortmund es uno de los mejores equipos de Europa. El partido de ida fue nuestro primer compromiso oficial del año, ya que hasta ese momento sólo habíamos disputado amistosos. No fue fácil, porque el Dortmund cuenta en sus filas con jugadores extraordinarios y sacaron el máximo provecho de nuestros dos únicos fallos.
La eliminatoria se decidirá en Alemania. ¿Qué esperanzas tiene de clasificarse?
Si queremos tener posibilidades reales de meternos en cuartos, tendremos que jugar aún mejor que en la ida. Será un duelo fantástico en un escenario especial. El estadio estará lleno, pero no es la primera vez que nos enfrentamos a un equipo con una hinchada así. El Dortmund parte como favorito, pero creo que contamos con un cuarenta por ciento de posibilidades de pasar. Lucharemos hasta el último segundo y nos dejaremos la piel en el campo, porque confiamos en nuestro potencial.
Como capitán del equipo, usted adquiere una relevancia especial en estos encuentros. ¿Cómo se desenvuelve en esta faceta?
En Donetsk somos una gran familia. Mi deber como capitán es escuchar siempre a mis compañeros y ayudar a que los más jóvenes se adapten lo mejor posible. Es una labor muy sencilla, porque estamos todos muy unidos tanto dentro como fuera del campo.
En la selección de Croacia, además de capitán, también es un jugador clave. ¿En qué medida le ayuda la experiencia acumulada en su club para desempeñar su papel?
Si he llegado a ser capitán de Croacia es gracias a Mircea Lucescu, mi entrenador en el Shakhtar. Él fue quien me dio la oportunidad de demostrar mi valía como tal. Me nombró capitán porque siempre creyó en mis cualidades y gracias a ello logré disfrutar de este honor también con Croacia. Para mí es un verdadero orgullo representar a uno de los mejores países del panorama futbolístico mundial.
Disputó recientemente su partido internacional número 100, una cifra histórica. ¿Se siente orgulloso de su trayectoria?Siempre intento ayudar a Croacia con mi juego. En estos momentos me siento fenomenal y con cuerda más que de sobra para continuar en la selección. Estoy muy agradecido con todo lo que he conseguido en la vida, algo que no habría sido posible sin mi familia, que me ha apoyado siempre. Soy un luchador incansable, no me rindo nunca. Siempre miro hacia delante y soy positivo con todo aquello que debo afrontar. Doy las gracias a mi entorno más cercano por haberme forjado esta mentalidad, porque ellos siempre han estado ahí.
Usted apenas tenía 16 años cuando Croacia fue tercera en la Copa Mundial de la FIFA Francia 1998™, un éxito que su país no ha podido igualar. ¿Qué les falta para dar el gran salto?
Aquel combinado de 1998 estaba formado por una generación de futbolistas irrepetible. La tercera plaza en el Mundial de Francia fue un gran resultado para un país tan pequeño como el nuestro. Desde entonces, creo que nos ha faltado esa pizca de suerte para alcanzar objetivos mayores, como en los cuartos de final de la Eurocopa de 2008, donde caímos en la tanda de penales contra Turquía. Sin embargo, mi fe en este equipo sigue intacta, porque tenemos grandes jugadores en el equipo.

Croacia se perdió la última Copa Mundial de la FIFA™ de Sudáfrica. ¿Qué recuerdos guarda de aquel clasificatorio?
Para mí, perdernos el Mundial de 2010 fue la mayor decepción en mi trayectoria con la selección. No tuvimos la suerte de nuestro lado. Tanto el equipo como el entrenador eran fantásticos, pero así es el fútbol. Sólo nos queda mirar hacia delante y no volver a cometer los errores del pasado.
Y parece que lo están consiguiendo, ya que han empezado con buen pie en el clasificatorio para Brasil 2014™. ¿Qué opina de la segunda posición que ocupan actualmente en el Grupo A?
Nos ha tocado un grupo complicado en nuestro camino a Brasil, pero una vez disputadas las primeras jornadas, nuestro deseo es sellar el pasaporte directo al Mundial. Para ello tenemos que quedar primeros, una empresa difícil pero no imposible. Bélgica tiene un equipo excelente, el mejor de su historia en mi opinión, y un grandísimo seleccionador. Pese a ello, dimos la cara en Bruselas, donde completamos un buen partido y arrancamos un punto muy valioso.
El 22 de marzo se medirán a Serbia, que marcha seis puntos por detrás de ustedes. Un resultado positivo podría sentenciar prácticamente las dos primeras plazas del grupo.
El partido contra Serbia es trascendental, porque si ganamos tendremos la segunda posición casi asegurada, mientras que Serbia diría adiós a sus aspiraciones. En cualquier caso, quisiera destacar que, pese a la gran rivalidad entre ambos países, el peso de la historia no influirá en lo que ocurra en la cancha. Nosotros nos dedicamos a jugar al fútbol. Ninguno de nosotros puede cambiar el pasado, pero sí que podemos influir en el presente. Debemos dar ejemplo y, todos juntos, ofrecer un buen partido, sin lugar para polémicas. Nuestro rival es un gran equipo al que respeto enormemente.
Después de Alemania 2006, Brasil 2014 sería su segunda Copa Mundial. A nivel personal, ¿qué significaría para usted jugar este torneo?
Sería fantástico clasificarnos para Brasil 2014, pero aunque no lo consigamos, yo estaré allí. Eduardo, mi compañero de equipo, tiene raíces brasileñas y me ha invitado a ir a verle.
Siempre resalta la importancia de su familia y sus amigos, incluso luce un tatuaje en el pecho con el nombre de su hermano. ¿Qué significan para usted sus seres más queridos?
A mí hermano Igor y a mí nos une una relación muy especial. Él se alegra de que me vayan bien las cosas y yo soy feliz de poder ayudarle a él y a toda mi familia. Mi familia es lo más importante del mundo, sobre todo mi hija y mi esposa. Me siento muy afortunado de poder decir que cada día me despierto y me acuesto con una sonrisa en la cara.
En Ucrania también se ha involucrado en asuntos sociales. Por ejemplo, invita a niños huérfanos a ver partidos del Shakhtar. ¿De dónde procede su vena solidaria?
No me gusta hablar públicamente de mi compromiso social, pero sólo diré una cosa: es muy injusto que haya niños en el mundo que tengan que crecer sin sus padres. Por eso quiero ayudarles dentro de mis posibilidades. Es otra de las cosas que me ha enseñado mi familia.
CAR

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